LÍRICA GRIEGA
Safo de Lesbos
Fragmento de “Un epigrama”
II
Amor, que el pecho mío
continuamente agita,
es dulce y es impío,
y es más que una avecita
volátil y ligero.
¡Ay! de su dardo fiero,
¿quién consiguió victoria?
Renueva, amada mía,
renueva la memoria
de cuando Atis ardía,
tu dulce amor odiaba
y a Andromeda estimaba.
Amor, que el pecho mío
continuamente agita,
es dulce y es impío,
y es más que una avecita
volátil y ligero.
¡Ay! de su dardo fiero,
¿quién consiguió victoria?
Renueva, amada mía,
renueva la memoria
de cuando Atis ardía,
tu dulce amor odiaba
y a Andromeda estimaba.
III
Desciende, Venus bella,
y en las doradas copas
con el suave néctar,
mezcla purpúreas rosas,
y a mis dulces amigos
que tu deidad adoran,
con divinal bebida
inspira y alboroza.
y en las doradas copas
con el suave néctar,
mezcla purpúreas rosas,
y a mis dulces amigos
que tu deidad adoran,
con divinal bebida
inspira y alboroza.
Fragmento de
“Oda a Afrodita”
Y
tú ¡Oh, dichosa! en tu inmortal semblante
Te
sonreías: ¿Para qué me llamas?
¿Cuál
es tu anhelo? ¿Qué padeces hora?
—me
preguntabas—
¿Arde
de nuevo el corazón inquieto?
¿A
quién pretendes enredar en suave
Lazo
de amores? ¿Quién tu red evita,
Mísera
Safo?
Que
si te huye, tornará a tus brazos,
Y
más propicio ofreceráte dones,
Y
cuando esquives el ardiente beso,
Querrá
besarte.
Ven,
pues, ¡Oh diosa! y mis anhelos cumple,
Liberta
el alma de su dura pena;
Cual
protectora, en la batalla lidia
Siempre a mi lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario